
A medida que las organizaciones adoptan modelos más adaptativos, el perfil de habilidades que los colaboradores deberán desarrollar cambiará significativamente. Aunque en la actualidad se enfatiza la importancia de las habilidades técnicas —como el dominio de herramientas digitales, la programación o la formación en disciplinas STEM— esta tendencia podría revertirse en el futuro.
Uno de los escenarios a los cuales se le atribuye más probabilidad, es uno donde virtualmente todas las tareas cognitivas pasan a ser absorbidas por sistemas digitales y los humanos quedan relegados a ser los rostros de la compañía hacia el entorno. En este contexto, las habilidades más valoradas en el mercado laboral no serán necesariamente técnicas, sino aquellas que permitan a las personas generar conexiones significativas y construir relaciones de confianza.
En este sentido, el economista y Premio Nobel Christopher Pissarides, ha señalado que -probablemente- el camino que muchos jóvenes están siguiendo al especializarse en ingeniería, matemáticas o disciplinas técnicas podría ser un error en el largo plazo. Según Pissarides, el creciente protagonismo de la inteligencia artificial reducirá la demanda por habilidades técnicas específicas, mientras que las capacidades humanas como la empatía, la compasión y el juicio ético se convertirán en factores diferenciadores clave para el éxito profesional (Genbeta, 2025).
Si bien esta visión podría parecer poco intuitiva, ya se observa una creciente demanda de este tipo de habilidades relacionales, desde los propios colaboradores. Según una encuesta de Deloitte, el 87% de los trabajadores considera que habilidades humanas como la comunicación y el liderazgo son indispensables para el avance de sus carreras. Sin embargo, el 52% también percibe que sus organizaciones valoran más las habilidades técnicas que las interpersonales. Este desfase se traduce en una brecha de capacitación: un tercio de los empleados afirma no recibir -o recibir de forma muy limitada- entrenamiento en habilidades humanas (Deloitte, 2024).
Este desafío fue ampliamente discutido en las mesas de trabajo de la SOFOFA, donde los líderes visualizaron futuros que refuerzan la necesidad de fortalecer estas habilidades:
Mesa 1: Experto en AI o Nada
Los líderes destacaron que, además de habilidades tecnológicas, será clave fortalecer competencias éticas y humanas. En un entorno dominado por la automatización, las habilidades para gestionar relaciones, cuestionar continuamente los modelos y asegurar que los sistemas se adapten a los cambios sociales serán esenciales.
Mesa 3: Humanos relegados a rostros
En este escenario, los líderes proyectaron una revalorización de trabajos tradicionalmente subestimados, como el de portero, precisamente por su rol clave en la conexión humana y la creación de confianza. También previeron un auge de empleos centrados en habilidades emocionales, empatía, escucha y liderazgo en un entorno altamente automatizado.
Mesa 5: Post-Brand Economy
Se destacó que el contacto cara a cara, aunque más costoso, adquirirá un valor estratégico en actividades que requieran negociación, colaboración creativa o generación de confianza. También se enfatizó que las habilidades no cognitivas -como la creatividad y la empatía- serán determinantes en el éxito empresarial.
Mesa 6: Una semana de 20 horas
Los participantes previeron que, en un contexto laboral donde se dedican menos horas al trabajo formal, las habilidades interpersonales adquirirán mayor relevancia para generar vínculos y mantener la cohesión social.
Mesa 8: Un mundo ‘GIG’
En este escenario, se proyectó que la contratación de talento bajo esquemas GIG llevará a valorar nuevas habilidades, especialmente aquellas relacionadas con la actitud, la comunicación efectiva y la gestión emocional.
Desafío 1: Aprovechar la asociatividad empresarial para producir soluciones comunes
Desafío 2: Desarrollar plasticidad para ajustar estructura y headcount
Desafío 3: Estructurar sistemas y procesos que garanticen el sentido de pertenencia
Desafío 4: Implementar prácticas para conservar la cohesión entre los equipos de trabajo
Desafío 5: Crear condiciones para maximizar la cooperación al interior de los equipos de trabajo
Desafío 6: Formar equipos heterogéneos para enfrentar un mundo impredecible
Desafío 7: Diseñar un employee journey que sea no lineal
Desafío 8: Abordar hoy la brecha futura de líderes
Desafío 9: Valorización de las habilidades relacionales
Desafío 10: Construir una nueva propuesta de valor hacia los trabajadores