Desafío 1: Aprovechar la asociatividad empresarial para producir soluciones comunes

El primer desafío tiene que ver con el modo en que las organizaciones se vinculan con su entorno. En contextos cada vez más complejos, inciertos y dinámicos, se vuelve evidente que ningún actor podrá enfrentar los desafíos del futuro de forma aislada. Por eso, el primer desafío consiste en desarrollar la capacidad de colaborar activamente con organizaciones pares, especialmente dentro del mismo sector productivo.

Esta colaboración sectorial permite aprovechar la diversidad de experiencias, conocimientos y capacidades, generando sinergias que difícilmente pueden lograrse desde una sola organización. Por ejemplo, diseñar soluciones compartidas frente a la escasez de talento o desarrollar estándares tecnológicos comunes, son estrategias que permiten responder de forma más efectiva a escenarios cambiantes. Además, la asociatividad a nivel sectorial mejora la adopción tecnológica, promueve procesos de transformación más eficientes y aumenta la capacidad de incidir en políticas públicas. En este sentido, la cooperación sectorial ofrece un equilibrio óptimo entre especificidad (relevancia de los desafíos) y escala (capacidad de impacto).

En particular, cuando se trata de anticipar y prepararse para futuros posibles, la colaboración sectorial entre organizaciones facilita este proceso. Por ejemplo, permite la creación de unidades compartidas para planificación estratégica, investigación prospectiva o el desarrollo de programas de formación conjunta.

Este desafío fue mencionado en varias de las mesas de trabajo, donde los líderes visualizaron futuros que hacen evidente la necesidad de avanzar hacia lógicas de colaboración sectorial:

Mesa 1: Experto en AI o Nada
Los participantes imaginaron un escenario donde la transformación laboral será tan profunda que requerirá soluciones de reconversión profesional a gran escala. Frente a esto, se planteó que la elaboración de políticas públicas y programas de formación sectoriales -y no solo organizacionales- será fundamental.

Mesa 5: Post-Brand Economy
En un futuro donde las formas tradicionales de empresa se disuelven y surgen nuevas configuraciones de individuos, equipos y organizaciones, los ritmos de transformación varían según el sector. En esta mesa se discutió el valor de la colaboración sectorial como espacio clave para conducir y articular estos procesos.

Mesa 7: Disolución de la pirámide corporativa
En un contexto donde las empresas abandonan estructuras jerárquicas tradicionales para operar con lógicas más colaborativas, los participantes señalaron que esta dinámica también podría escalar más allá del nivel organizacional. Se discutió que muchas de las soluciones del futuro no emergerán dentro de una sola empresa, sino de ecosistemas sectoriales con estructuras de cooperación permanentes.