La creciente diversidad en las empresas ha intensificado la coexistencia de múltiples visiones éticas y valores dentro de las organizaciones. Esta diversidad, aunque enriquecedora, presenta desafíos significativos en términos de comunicación, toma de decisiones y cohesión del equipo. Las diferencias en normas, valores y prácticas pueden generar malentendidos y conflictos si no se gestionan adecuadamente (FasterCapital).
La implementación de políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) ha sido una respuesta común para abordar estas diferencias y fomentar un ambiente laboral inclusivo. Como resultado, tal como muestra el siguiente gráfico, un número creciente de empresas ha incorporado políticas de DEI, reflejado en mayores porcentajes de mujeres en equipos ejecutivos y una mayor representación de minorías étnicas en diversos niveles organizacionales:

Sin embargo, la implementación de políticas DEI ha generado debates y, en algunos casos, resistencia por parte de otros grupos que cuestionan su legitimidad y eficacia. Este fenómeno subraya la importancia de desarrollar estrategias que permitan la convivencia de diversas perspectivas éticas dentro de las organizaciones.
Es importante aclarar en este punto que conformar equipos homogéneos -que podría parecer una solución para minimizar conflictos derivados de diferencias culturales- no es una buena solución. La evidencia sugiere que la diversidad cognitiva -entendida como la variedad de perspectivas, experiencias y conocimientos- es un motor clave para el rendimiento organizacional. Los estudios revelan que los equipos con alta diversidad cognitiva son significativamente más efectivos en la resolución de problemas complejos y en la toma de decisiones (Morgan, 2000; Laughlin et al., 2002). Como resultado, las organizaciones con este tipo de diversidad son más exitosas. Un estudio conducido por Mckinsey reveló que equipos con alta diversidad cognitiva son 45% más propensos a reportar crecimiento en su market share (McKinsey, 2023). Y una investigación realizada por el MIT concluyó que la diversidad cognitiva aumenta la innovación de los equipos de forma significativa (MIT Sloan).