
Este escenario plantea un futuro en el que las organizaciones operan en un entorno de volatilidad extrema, caracterizado por resultados financieros que varían drásticamente de un período a otro. Más allá de las fluctuaciones económicas tradicionales, este fenómeno sería impulsado por dos fuerzas principales que amplifican la inestabilidad del mercado.
Por un lado, el cambio climático se ha vuelto más pronunciado, afectando gravemente la estabilidad de industrias clave. Fenómenos climáticos extremos y las interrupciones resultantes en las cadenas de suministro generan ciclos de auge y caída en múltiples sectores, dificultando la previsión y planificación empresarial.
Por otro lado, el avance acelerado de la inteligencia artificial intensifica el fenómeno de “destrucción creativa”, descrito por Schumpeter (Uctu et al, 2024; World Bank, 2024). En este contexto, la IA permite el desarrollo más rápido y, crucialmente, más económico de innovaciones tecnológicas. Como resultado, startups con menos financiamiento y sin la estructura de grandes corporaciones irrumpen en el mercado con tecnologías superiores, desplazando rápidamente a empresas establecidas. Este ritmo acelerado de disrupción genera un mercado altamente dinámico, donde las compañías experimentan un crecimiento explosivo en sus primeras etapas, pero se ven reemplazadas con igual rapidez por nuevos competidores.
Este último escenario resulta especialmente útil para comprender algunos principios que caracterizan la situación actual del entorno organizacional. La creciente oscilación extrema, junto con la velocidad y magnitud de los cambios, está comenzando a superar la efectividad de los mecanismos tradicionales de estabilización. Instrumentos como las políticas fiscales y monetarias, así como los seguros comerciales, están demostrando ser insuficientes para controlar una economía cada vez más volátil e impredecible.
Este panorama plantea desafíos significativos para las organizaciones, que se enfrentan a la necesidad de rediseñar sus modelos operativos y adoptar estrategias diferentes para desenvolverse en un entorno donde la estabilidad se ha convertido en la excepción y no en la regla. Precisamente, la siguiente sección abordará en detalle estas implicancias, explorando las estrategias y capacidades que las organizaciones deberán desarrollar para prosperar en este nuevo contexto de permanente incertidumbre.
Plazo:
- medio 50%
Potencialidad:

Impacto:
Transformacional
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