
Las ciudades alrededor del mundo surgieron inicialmente como puntos de convergencia en las rutas comerciales, donde mercaderes, viajeros y comerciantes se reunían para intercambiar bienes e ideas. Posteriormente, con la llegada de la industrialización, estos centros urbanos se expandieron significativamente, ya que las fábricas y la creciente oferta laboral atrajeron a grandes poblaciones rurales en busca de nuevas oportunidades económicas.
Sin embargo, en el futuro, las ciudades podrían comenzar a disolverse como consecuencia de la automatización y el trabajo remoto globalizado. Estos factores podrían eliminar la necesidad de grandes concentraciones poblacionales en áreas densamente urbanizadas, como ocurre en la actualidad, reduciendo así la importancia de las ciudades como centros de actividad económica y social (Kassens-Noor & Hintze, 2020).
Así, es posible imaginar un escenario donde la mayoría de las personas vive en pequeñas comunidades diseñadas para ser autosuficientes. La inteligencia artificial podría desempeñar un papel central en esta nueva configuración, gestionando de forma autónoma la logística y la distribución de recursos, reduciendo así la necesidad de infraestructuras urbanas complejas.
Este escenario plantea una transformación profunda en la vida cotidiana, la cultura y las relaciones sociales. La desaparición de las ciudades como centros dominantes no solo redefiniría el paisaje físico, sino que también modificaría la forma en que las personas se organizan, colaboran y construyen sus identidades comunitarias.
Plazo:
- LARGO 100%
Potencialidad:

Impacto:
Transformacional
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