
En este escenario, el cambio climático ha desatado una crisis ambiental irreversible que ha derivado en un colapso social a gran escala. La degradación ecológica ha generado una escasez crítica de agua, alimentos y energía, desatando conflictos sociales y políticos en distintas partes del mundo.
Las cadenas de suministro se han roto y los mercados globales colapsaron ante la incapacidad de sostener la producción y distribución de recursos básicos. Las empresas han perdido gran parte de su capacidad operativa, enfrentando no solo la falta de insumos, sino también la ausencia de una estructura social que permita el desarrollo económico. El comercio internacional se ha reducido drásticamente, y las compañías que sobreviven operan de forma local, priorizando la supervivencia por sobre el crecimiento.
La sociedad ha experimentado un deterioro significativo en sus condiciones de vida. En muchos lugares del mundo la inseguridad, los desplazamientos forzados y la violencia se han vuelto habituales. Comunidades enteras han debido reorganizarse en torno a la protección de recursos básicos, mientras que gobiernos debilitados luchan por mantener el orden social.
En este complejo escenario, Chile, por su condición geográfica, ha logrado subsistir parcialmente a los conflictos internacionales. Sin embargo, para satisfacer la creciente demanda de recursos cada vez más escasos, la población ha migrado hacia zonas extremas del país, donde aún existen posibilidades mínimas de supervivencia y explotación de recursos naturales.
Plazo:
- largo 100%
Potencialidad:

Impacto:
Transformacional
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