
Otro escenario que surge como consecuencia de un cambio cultural diferente respecto al trabajo, es el de una reducción extrema de la jornada laboral. En este futuro, una creciente presión ciudadana, sumada al aumento de la productividad impulsada por la IA, ha llevado a la implementación de una drástica reducción del tiempo de trabajo. Esta medida se materializa en una ley aprobada por una coalición multipartidaria en el Congreso, que limita la jornada laboral a un máximo de 20 horas semanales.
En este escenario, la normativa es estrictamente controlada mediante sistemas digitales que impiden que una persona tenga más de un empleo o acumule más horas bajo distintos contratos. Como consecuencia, el impacto en las empresas ha sido profundo. Con una fuerza laboral disponible solo la mitad del tiempo, la coordinación entre los equipos se ha convertido en un desafío clave.
En particular, la gestión de equipos y proyectos se ha vuelto más compleja, especialmente en niveles directivos, donde los líderes deben cumplir la norma, perdiendo la capacidad de gestionar a sus equipos de manera continuada. Por otro lado, los equipos de las empresas ya no coinciden en sus horarios, lo que ha disuelto progresivamente el sentido de pertenencia. Como resultado, las organizaciones corren el riesgo de fragmentarse en una serie de grupos desconectados, perdiendo cohesión interna y debilitando su identidad corporativa.
Plazo:
- MEDIO 50%
Potencialidad:

Impacto:
Disruptivo
Fuente causal